Fractura de pelvis en ancianos: causas, tratamiento y rehabilitación fisioterapéutica

La fractura de pelvis en ancianos es una lesión frecuente que puede tener un gran impacto en la movilidad, la autonomía y la calidad de vida de las personas mayores. Debido a la fragilidad ósea asociada a la edad y al riesgo elevado de caídas, este tipo de fractura requiere una atención multidisciplinar y un abordaje fisioterapéutico precoz para evitar complicaciones.

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diagrama anatómico de la pelvis humana con zonas comunes de fractura en personas mayores

¿Qué es una fractura de pelvis y por qué es frecuente en personas mayores?

La pelvis es una estructura ósea situada en la base del tronco que conecta la columna vertebral con las extremidades inferiores. Está formada por los huesos ilíacos, el sacro y el cóccix, y cumple funciones esenciales de soporte, equilibrio y locomoción.

Anatomía básica de la pelvis y su función

Su principal función es soportar el peso del cuerpo al estar de pie o caminar, y proteger órganos vitales como la vejiga, el intestino o el aparato reproductor. Cualquier fractura en esta zona compromete la estabilidad y la movilidad del paciente.

Factores que aumentan el riesgo en la tercera edad

Las fracturas pélvicas en ancianos suelen producirse por caídas de bajo impacto (por ejemplo, desde la propia altura). La osteoporosis, la pérdida de masa muscular y los problemas de equilibrio son los principales factores de riesgo. También influyen ciertos fármacos, la visión reducida o la hipotensión ortostática.

Puedes conocer más estrategias de fortalecimiento en nuestro artículo sobre ejercicios para recuperar masa muscular en personas mayores.

Síntomas y diagnóstico de la fractura de pelvis en adultos mayores

Los síntomas más frecuentes incluyen:

  • Dolor intenso en la cadera, ingle o parte baja de la espalda.
  • Dificultad o imposibilidad para caminar.
  • Hematomas o inflamación en la zona pélvica.
  • En casos más graves, pérdida de control de esfínteres.

El diagnóstico se confirma mediante radiografías o tomografía axial computarizada (TAC). En ocasiones, la resonancia magnética puede detectar fracturas ocultas que no se aprecian en las radiografías iniciales.

El diagnóstico precoz es clave para iniciar un tratamiento adecuado y prevenir complicaciones como trombosis venosa o pérdida de masa muscular por inmovilidad.

Tratamiento médico inicial y manejo hospitalario

El tratamiento depende del tipo y la gravedad de la fractura. En la mayoría de los casos en ancianos, las fracturas son estables y no requieren cirugía. El objetivo principal es controlar el dolor y favorecer la movilización lo antes posible.

Hospitalización y control del dolor

Durante los primeros días se administran analgésicos, antiinflamatorios y, en algunos casos, anticoagulantes para prevenir trombosis. Si la fractura es inestable, puede requerirse una intervención quirúrgica.

Cuidados de enfermería y prevención de complicaciones

Durante el reposo en cama, es fundamental prevenir úlceras por presión, infecciones urinarias y rigidez articular. Los profesionales de enfermería y fisioterapia colaboran en las movilizaciones seguras del paciente.

infografía con fases de rehabilitación fisioterapéutica tras fractura de pelvis en ancianos

Fisioterapia y rehabilitación tras una fractura de pelvis

La fisioterapia desempeña un papel esencial en la recuperación funcional. El objetivo es recuperar la movilidad, la fuerza muscular y la independencia en las actividades diarias. Según la SERMEF (Sociedad Española de Rehabilitación y Medicina Física), una intervención fisioterapéutica precoz reduce la discapacidad y mejora el pronóstico.

Fases de la rehabilitación fisioterapéutica

  1. Fase aguda (primeras semanas):
    • Control del dolor con TENS y crioterapia.
    • Ejercicios respiratorios y de movilización pasiva de extremidades no afectadas.
    • Prevención de rigidez y trombosis mediante ejercicios circulatorios.
  2. Fase subaguda:
    • Ejercicios de movilización activa asistida.
    • Trabajo de fuerza progresiva en miembros inferiores.
    • Entrenamiento de equilibrio y transferencias cama-silla.
  3. Fase funcional:
    • Reeducación de la marcha con ayuda técnica (andador o bastones).
    • Ejercicios de estabilidad pélvica y fortalecimiento de glúteos y cuádriceps.
    • Recuperación de la autonomía en actividades cotidianas.

En nuestra clínica ofrecemos rehabilitación postoperatoria y post fractura adaptada a cada paciente. Puedes consultar más detalles sobre nuestro servicio de rehabilitación postoperatoria en mayores a domicilio.

ejercicios de fisioterapia para fortalecer la cadera tras una fractura de pelvis en personas mayores

Fisioterapia domiciliaria para ancianos

La rehabilitación en casa facilita la continuidad del tratamiento tras el alta hospitalaria, reduce el riesgo de nuevas caídas y mejora la adherencia. El fisioterapeuta adapta los ejercicios al entorno del paciente, asegurando un trabajo funcional y seguro. También te puede interesar la guía completa con los ejercicios para rehabilitación de fractura de pelvis.

Tiempo de recuperación y pronóstico

El tiempo de recuperación varía según la gravedad de la fractura y el estado general del paciente. En personas mayores, el proceso puede extenderse entre 8 y 12 semanas, aunque la recuperación funcional completa puede extenderse hasta 6 meses, según la Mayo Clinic.

Los factores que influyen en el pronóstico incluyen:

  • Edad y comorbilidades.
  • Nivel de fragilidad previa.
  • Grado de movilidad alcanzado tras la fisioterapia.
  • Motivación y apoyo familiar.

La movilización precoz y el tratamiento fisioterapéutico continuado son los mejores predictores de una recuperación funcional satisfactoria.

Complicaciones posibles y cómo prevenirlas

Entre las complicaciones más frecuentes se encuentran:

  • Dolor pélvico crónico o limitación de la marcha.
  • Pérdida de masa muscular (sarcopenia).
  • Riesgo de caídas recurrentes.
  • Depresión o ansiedad por pérdida de autonomía.

Prevención desde la fisioterapia

  • Programas de fortalecimiento y equilibrio adaptados.
  • Entrenamiento de la marcha y la propiocepción.
  • Educación sobre hábitos posturales y uso de ayudas técnicas.
  • Revisión periódica del entorno domiciliario para reducir riesgos.

Según la Sociedad Española de Geriatría y Gerontología (SEGG), la actividad física regular y la estimulación funcional son los pilares de la prevención.

cuidados domiciliarios y prevención de caídas en ancianos con fractura de pelvis

Recomendaciones para cuidadores y familiares

El apoyo del entorno familiar es determinante en la recuperación.

Consejos prácticos:

  • Supervisar los ejercicios indicados por el fisioterapeuta.
  • Asegurar una correcta hidratación y nutrición.
  • Evitar alfombras, cables y obstáculos en el hogar.
  • Facilitar descansos, pero promover la movilidad diaria.
  • Motivar emocionalmente al paciente y celebrar cada avance.

Preguntas frecuentes (FAQ) sobre fractura de pelvis en ancianos

La consolidación ósea suele producirse entre 8 y 12 semanas. La recuperación funcional completa (marcha estable, fuerza y equilibrio) puede extenderse hasta 4–6 meses, según el estado general, la adherencia a la fisioterapia y la presencia de comorbilidades.

No. En personas mayores, muchas fracturas pélvicas son estables y se tratan de forma conservadora (control del dolor, carga progresiva y fisioterapia). La cirugía se valora en fracturas inestables, desplazadas o con compromiso de órganos.

La marcha asistida suele iniciarse cuando el dolor está controlado y la estabilidad lo permite, habitualmente en las primeras 2–4 semanas. Se progresa con andador o bastones bajo supervisión de fisioterapia, priorizando la seguridad y la técnica.

Movilidad suave de cadera, fortalecimiento progresivo de glúteos y cuádriceps, ejercicios de equilibrio y marcha segura con ayudas técnicas. Deben pautarse y ajustarse por un fisioterapeuta para evitar sobrecargas o dolor.

La fisioterapia reduce el dolor, previene complicaciones de la inmovilidad, mejora la fuerza y la estabilidad pélvica, y reeduca la marcha. Además, entrena transferencias y actividades cotidianas para recuperar la autonomía de forma segura.

Dolor persistente, pérdida de fuerza, caídas, rigidez, trombosis, úlceras por presión y regresión funcional. Ante dolor intenso, fiebre, hinchazón de pierna o empeoramiento de la marcha, consultar de forma prioritaria.

Entorno seguro (retirar obstáculos y alfombras), hidratación y nutrición adecuadas, adherencia a la fisioterapia domiciliaria, control del dolor y uso correcto de ayudas técnicas. Supervisar ejercicios y promover movilidad diaria sin dolor.

Bibliografía y fuentes médicas consultadas

La información de este artículo sobre fractura de pelvis en ancianos, su tratamiento y rehabilitación fisioterapéutica, ha sido elaborada a partir de fuentes médicas oficiales, científicas y actualizadas, garantizando la precisión clínica y la fiabilidad del contenido. Estas referencias avalan las recomendaciones descritas en cuanto a diagnóstico, tratamiento médico y abordaje fisioterapéutico.

Sobre la autora

Marta Farré
Fisioterapeuta especializada en rehabilitación geriátrica y domiciliaria.
Colegiada nº 6570 por el Col·legi de Fisioterapeutes de Catalunya.
Profesional en Fisio a Domicilio Barcelona. (Tratamientos a Domicilio)

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